The article explores the popularity of reggaetón music in contemporary Havana in order to trace hierarchies between different expressions of female eroticism. It further analyzes how sexual boundaries are consolidated through portraying certain gendered values as "in/correct." The article is based on research among inhabitants in a relatively privileged section of Havana called Vedado, sometimes referred to as a white middle class barrio. The article explores how the interlocutors of the study, after the economic crisis in the 1990s, struggle to re-assert a position of privilege through making use of the gendered and sexualized inscriptions in the concept "cultural level." This is a common marker of difference that has strongly classed and racialized connotations, which the author argues is gaining new importance in contemporary Cuba. As a key example, the dance style of reggaetón is portrayed as an embodiment of "low culture." The article analyzes one everyday situation in detail, in which reggaetón plays a crucial role in drawing moral boundaries around dancing bodies. The discussion shows how the ascription of "low culture" to some reggaetón dancing bodies runs parallel to the ascription of "incorrect" gendered values. The article finally argues that in post-crisis Cuba, the concept of "cultural level" is being revitalized among the white middle class as a tool to re-establish an earlier position of privilege, relying heavily on the gendered and sexualized inscriptions of the concept.
El artículo explora la popularidad de la música reguetón en la Habana contemporánea, para examinar las jerarquías entre diferentes expresiones de erotismo femenino. Además, el artículo analiza la consolidación de fronteras a través de la representación de ciertos valores de género como ‘in/correctos’. El artículo está basado en un estudio entre habitantes de El Vedado, un barrio relativamente privilegiado en la Ciudad de la Habana, al cual a veces se refiere como un barrio de clase media blanca. El artículo explora cómo los interlocutores de este estudio, después de la crisis económica de los años 90, se esfuerzan en reafirmar una posición privilegiada haciendo uso de inscripciones generizadas y sexualizadas del concepto de "nivel cultural". Éste es un marcador de diferencia común con fuertes connotaciones de clase y raciales, y la autora argumenta que éste concepto es cada vez más importante en la Cuba contemporánea. Un ejemplo clave serían las referencias al estilo de baile reguetón como una corporalización de "baja cultura". El artículo analiza una situación cotidiana al detalle, en la cual el reguetón juega un rol clave para delinear límites morales alrededor de cuerpos que bailan. El argumento muestra cómo la atribución de "baja cultura" a algunos cuerpos que bailan reguetón es paralelo a la atribución de valores de género "in/correctos". Para concluir, la autora sostiene que en la Cuba pos-crisis, el concepto "nivel cultural" se está re-vitalizando entre la clase media blanca como una forma de restablecer una antigua posición de privilegio, basándose en las inscripciones generizadas y sexualizadas del concepto.